La Cámara de Diputados aprobó en lo general, con 347 votos a favor y 128 en contra, una reforma que elimina siete órganos autónomos en México: el Inai, Cofece, IFT, CRE, CNH, Coneval y Mejoredu.
Sus funciones y recursos serán asumidos por secretarías y entidades del gobierno federal, con el objetivo declarado de reducir costos y consolidar un diseño institucional más eficiente.
Según legisladores de Morena y sus aliados, esta medida pone fin a estructuras “neoliberales” que favorecían intereses privados. Las funciones serán distribuidas entre la Secretaría de Energía, la SEP, el Inegi y la futura Agencia para la Transformación Digital, entre otras dependencias.
Desde la oposición, el PAN, PRI y MC calificaron la decisión como un retroceso para los derechos humanos, la democracia y la libre competencia, además de una amenaza para los compromisos establecidos en el T-MEC con Estados Unidos y Canadá. Argumentaron que los organismos autónomos eran esenciales para la rendición de cuentas y el contrapeso institucional.
En la discusión de hoy se analizarán reservas que incluyen la creación de un órgano desconcentrado adscrito a la Secretaría de Economía, encargado de garantizar la competencia económica y frenar prácticas monopólicas. Sin embargo, críticos aseguran que estas modificaciones no garantizarán independencia ni efectividad.
El debate continuará, con implicaciones significativas para el equilibrio de poderes y la estructura administrativa del país.