El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), negando que esta medida implique «militarismo» o «represión».
En su conferencia diaria, AMLO aseguró que la Guardia Nacional continuará actuando con rectitud bajo un mando militar, argumentando que esto garantizará la integridad de sus 130 mil elementos y sus 500 cuarteles.
El mandatario, quien creó la Guardia Nacional en 2019 con la promesa de que sería un cuerpo civil, expresó estar “contento y tranquilo” con la reforma aprobada por la Cámara de Diputados, que ahora debe ser discutida en el Senado. Según López Obrador, la medida permitirá evitar situaciones como las que enfrentó la extinta Policía Federal, la cual fue acusada de nexos con el crimen organizado.
Sin embargo, la reforma ha sido criticada por legisladores de oposición y organizaciones civiles, quienes advierten de una posible militarización de la seguridad pública en el país. La modificación afecta los artículos 129 y 21 de la Constitución, los cuales tradicionalmente limitaban las funciones militares en tiempos de paz y establecían que las instituciones de seguridad pública debían ser civiles.
Pese a que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado más de mil 700 quejas contra la Guardia Nacional, AMLO afirmó que no ha habido abusos por parte de este cuerpo ni de las Fuerzas Armadas, señalando que la población aprueba su desempeño.
