La filtración de un chat en Signal, donde altos funcionarios del gobierno de Donald Trump discutieron planes de ataque en Yemen, ha causado una ola de indignación entre pilotos militares de Estados Unidos. La inclusión accidental del editor jefe de The Atlantic en el grupo y la posterior justificación del secretario de Defensa, Pete Hegseth, han echado por tierra décadas de doctrina militar sobre seguridad operativa.
Un error que compromete misiones
La polémica comenzó cuando se reveló que Hegseth compartió detalles de la secuencia operativa de los F/A-18 Hornets que atacarían posiciones de la milicia hutí en Yemen el pasado 15 de marzo. Esto, según los pilotos, es una violación fundamental de los principios de seguridad, ya que exponer los horarios y rutas de vuelo permite a las fuerzas enemigas anticiparse y responder a los ataques.
“No compartimos intencionalmente los planes con quien no necesita saberlo”, afirmó un piloto de la Marina que ha participado en misiones en Medio Oriente. “Eso es poner en peligro a la tripulación.”
Desconfianza dentro de las filas militares
Para los aviadores de la Fuerza Aérea y la Marina, lo más grave no fue solo la filtración, sino la negativa de Hegseth a reconocer la gravedad del error. «Si no puedes admitir cuando te equivocas, vas a matar a alguien porque tu ego es demasiado grande», advirtió el teniente retirado John Gadzinski, ex piloto de F-14 de la Marina.
Desde el lunes, cuando The Atlantic publicó la noticia, las reacciones dentro de las bases aéreas y portaaviones han sido de asombro y molestia. La filtración ha generado una crisis de confianza entre los pilotos, quienes ahora cuestionan si el Pentágono realmente prioriza su seguridad.
Consecuencias en la seguridad nacional
Más allá de la indignación dentro de las fuerzas armadas, esta filtración pone en entredicho la capacidad del gobierno de Trump para manejar información sensible. «No quieres telegrafiar que estamos a punto de aparecer en la puerta de alguien», comentó otro piloto bajo anonimato, temiendo represalias del Pentágono.
El incidente revive preocupaciones sobre la gestión de la seguridad operativa y podría afectar la confianza en las altas esferas del gobierno en un momento clave para la estabilidad global. ¿Se tomarán medidas para evitar futuros errores o este episodio será solo una advertencia más ignorada?
