Mientras algunas partes del mundo aún cuentan las últimas horas del 31 de diciembre, naciones como Japón, Nueva Zelanda y Australia ya dieron la bienvenida al 2025 con impresionantes espectáculos de fuegos artificiales y eventos que destacaron la diversidad cultural y festiva de cada región.
Australia lidera con un show inolvidable en Sídney
Australia inició el nuevo año con una de las celebraciones más esperadas del mundo. Más de un millón de personas se congregaron en el puerto de Sídney para disfrutar de nueve toneladas de fuegos artificiales que iluminaron el cielo desde la Ópera y el puente del puerto. El espectáculo incluyó actuaciones indígenas para honrar a los pueblos originarios y la participación especial de la estrella británica Robbie Williams, quien cantó junto a la multitud.
Nueva Zelanda da la bienvenida al año desde Auckland
Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, fue la primera gran metrópoli en recibir el 2025. Miles de personas disfrutaron de los coloridos fuegos artificiales lanzados desde la icónica Sky Tower y de un deslumbrante espectáculo de luces en el centro de la ciudad, que también rindió homenaje a las tribus indígenas locales.
Japón combina tradición y modernidad
En Japón, las festividades destacaron por su mezcla de tradiciones y tecnología. En Tokio, proyecciones de mapas iluminaron el edificio del Gobierno Metropolitano mientras las familias realizaban el ritual de limpieza previo al Año Nuevo. La llegada del 2025 también marca el inicio del Año de la Serpiente en el zodíaco asiático, un símbolo de renacimiento y transformación.
El Año Nuevo: un fenómeno global
La celebración del Año Nuevo se extiende a lo largo de 24 horas debido a las diferencias en los husos horarios. Kiribati, en el Pacífico, fue el primer país en recibir el 2025, mientras que Samoa Americana será el último lugar habitado en cruzar al nuevo año.
Este cambio de calendario es un recordatorio de la diversidad y unidad global, donde cada rincón del planeta aporta su esencia para dar la bienvenida al futuro.