El primer debate entre los candidatos a la presidencia de México, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), atrajo a una audiencia considerable según la medición realizada por HR Ratings Media.
Según sus datos, al menos 13.7 millones de personas sintonizaron el debate, lo que representa casi dos de cada 10 votantes potenciales, de un total de 75 millones.
La mayoría de los espectadores optaron por medios tradicionales como la televisión, con 11.8 millones de espectadores mayores de edad, y aproximadamente 11.3 millones solo a través de canales de televisión. El momento más destacado del debate ocurrió durante el segmento enfocado en temas de transparencia y combate a la corrupción.
La audiencia estuvo compuesta mayoritariamente por mujeres, representando el 55%, y un 46% de ellas eran amas de casa. En promedio, cada espectador vio el debate durante 36 minutos.
Además, la transmisión del debate en internet también atrajo atención, con 1.63 millones de usuarios visualizándolo a través de YouTube y otros 214,449 a través de transmisiones en lenguaje de señas mexicanas.
Por primera vez, el debate se transmitió con interpretación en tres lenguas indígenas, alcanzando a una audiencia de 15,404 personas en maya, 22,481 en náhuatl y 40,509 en tsotsil.
Estos números destacan el interés de la ciudadanía en participar en ejercicios democráticos como los debates presidenciales para informarse y emitir un voto razonado. El debate estuvo marcado por ataques personales entre los candidatos, así como intentos de destacarse entre los participantes.
A través de La Jornada
