Estados Unidos ha declarado que el grupo terrorista Hamás tiene «aún más sangre estadounidense en las manos» tras el asesinato de seis rehenes, entre ellos un ciudadano estadounidense, este fin de semana.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, condenó los atroces asesinatos, señalando que estos recientes eventos han incrementado la responsabilidad de Hamás por la muerte de ciudadanos estadounidenses.
El joven estadounidense Hersh Goldberg-Polin fue uno de los rehenes encontrados sin vida por fuerzas israelíes en un túnel en Gaza, lo que ha generado una firme respuesta de Estados Unidos. Jean-Pierre afirmó que los líderes de Hamás serán responsables de estos crímenes, aunque no especificó las acciones que tomará el gobierno estadounidense.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, aseguró que Estados Unidos buscará que los responsables de Hamás enfrenten la justicia, ya sea en los tribunales o en el campo de batalla. El Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel determinó que los rehenes fueron asesinados por «varios disparos» de milicianos de Hamás, refutando la afirmación del grupo palestino de que murieron a causa de bombardeos.
El presidente Joe Biden expresó su devastación y furia por estos asesinatos, y reiteró su compromiso de trabajar incansablemente para asegurar la liberación de los rehenes restantes y poner fin al conflicto.
