Este jueves falleció a los 93 años Silvia Pinal, considerada una de las figuras más icónicas de la Época de Oro del Cine Mexicano y pionera en la televisión y el teatro.
Desde el 22 de noviembre permaneció hospitalizada en el sur de la capital, acompañada de sus hijos, Alejandra Guzmán, Sylvia Pasquel y Luis Enrique Guzmán, así como de su nieta Stephanie Salas y su bisnieta Camila Valero.
Pinal comenzó su carrera en el teatro, pero fue en el cine donde alcanzó el estrellato. En 1949 debutó con La Bamba, y en los años 60 protagonizó una trilogía dirigida por Luis Buñuel: Viridiana (Palma de Oro en Cannes, 1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965). Trabajó con leyendas como Pedro Infante, Germán Valdés «Tin Tan» y Cantinflas, consolidando su lugar en la historia del cine.
En televisión, se destacó como conductora y productora del emblemático programa Mujer, casos de la vida real (1987-2007). También participó en telenovelas como Lazos de amor, Soy tu dueña y Mi marido tiene familia.
Además de su carrera artística, Pinal tuvo incursiones en la política como primera dama de Tlaxcala y legisladora federal.
Silvia Pinal deja un legado inigualable, no solo por su prolífica trayectoria, sino por ser la matriarca de una destacada dinastía artística, con hijas y nietas que continúan brillando en el mundo del espectáculo. Su partida marca el fin de una era en la cultura mexicana.