La economía mundial se enfrenta a un complejo escenario marcado por múltiples factores disruptivos, y México no es la excepción a esta realidad. La tasa de inflación anual en México se situó en un 5,06 % durante la segunda quincena de junio, lo que refleja la presión inflacionaria que enfrenta el país en medio de un entorno global lleno de desafíos económicos.
La inflación media mundial proyectada para el 2023 alcanza un 7 %, lo que pone de manifiesto la magnitud de los retos económicos que enfrenta la comunidad internacional. Entre los factores que han contribuido a esta situación se incluyen la pandemia del Covid-19, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y las diversas tensiones sociales y geopolíticas que han sacudido al mundo.
En el caso de México, la inflación subyacente, que es crucial para determinar la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo, se redujo a un 6,89 % anual en el mismo período, marcando seis meses consecutivos de descensos y ubicándose por debajo del rango del 7 % por primera vez desde marzo de 2022. Esto sugiere una leve estabilización en la inflación interna.
Sin embargo, los desafíos financieros no se limitan a las cifras macroeconómicas. Un estudio revela que más del 83 % de los participantes encuestados en México han enfrentado al menos una emergencia o incidente financiero inesperado. Las tres categorías principales de incidentes incluyen urgencias médicas con un 57 %, fallas en vehículos o electrodomésticos con un 22 % y fraudes o estafas con un 21 %.
Lo preocupante es que más de la mitad de las personas que experimentaron una emergencia financiera tardaron más de tres meses en superar sus efectos, lo que resalta la necesidad de una mayor educación financiera y la planificación para enfrentar estos imprevistos.
