Estados Unidos ha destacado la lucha contra el fentanilo como una prioridad de seguridad nacional. Brian Nichols, el encargado para América Latina del Departamento de Estado, describió esta batalla como el “asunto más vital para la seguridad de los estadounidenses” durante una audiencia en la Cámara de Representantes.
Enfoque en México y China
Nichols subrayó la necesidad de identificar y detener a los proveedores de precursores químicos en México, así como de localizar laboratorios clandestinos y cortar la financiación de los cárteles de la droga. La administración de Joe Biden sostiene que los cárteles mexicanos producen fentanilo a partir de precursores químicos adquiridos en China, y luego lo trafican a Estados Unidos, donde la crisis de opiáceos ha alcanzado niveles históricos.
«Hay que seguir trabajando para identificar a los proveedores de precursores químicos en México, identificar laboratorios clandestinos e interrumpir la financiación de los cárteles de la droga“, afirmó Nichols. También destacó la importancia de capacitar y apoyar a las unidades de investigación en México, animando a otros socios en el hemisferio y el mundo a unirse a este esfuerzo.
Reacciones del Congreso
El congresista demócrata Greg Stanton de Arizona enfatizó la importancia de frenar la actividad de los cárteles en México, argumentando que el flujo de fentanilo ilícito ha devastado a muchas familias estadounidenses. Stanton alabó las medidas tomadas por el gobierno de Biden y sugirió que invertir en programas como la movilidad segura y en oficinas que desincentiven los viajes a la frontera sur podría ser una solución eficaz.
Perspectivas Contrapuestas
La visión demócrata contrastó con la de la bancada republicana, que criticó la política fronteriza de la administración Biden. Argumentaron que, a pesar del dinero gastado en América Central para controlar la migración y los flujos comerciales ilícitos, la frontera de EE.UU. sigue siendo «más débil y porosa que nunca».
La congresista republicana María Elvira Salazar alertó sobre el creciente interés de China en Latinoamérica, destacando que la inversión china en la región ha aumentado un 300 por ciento en los últimos cuatro años. Salazar advirtió que esta influencia china representa un problema para la seguridad nacional y la economía de EE.UU.
“Si perdemos América Latina a manos de los chinos, tendremos un problema”, concluyó Salazar.
La lucha contra el fentanilo continúa siendo una prioridad urgente para Estados Unidos, con un enfoque particular en la colaboración con México y en contrarrestar la influencia de China en la región.