El Senado de México está avanzando con una polémica reforma constitucional presentada por Morena que, de aprobarse, impediría que los ciudadanos o instituciones puedan impugnar modificaciones a la Constitución a través de juicios de amparo, controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad.
Aunque la propuesta original incluía cambios que desataron duras críticas, como la prohibición a la Suprema Corte de atender impugnaciones contra la reforma judicial y el alejamiento de México del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, estos puntos fueron modificados tras las preocupaciones expresadas por expertos y opositores.
El morenista Adán Augusto López presentó el proyecto que fue ajustado después de que la presidenta Claudia Sheinbaum interviniera, eliminando algunas de las propuestas más controvertidas. Aun así, la iniciativa conserva la eliminación de recursos judiciales para impugnar reformas constitucionales, lo que ha sido señalado por críticos como una medida «regresiva» y «autoritaria» que limitaría la capacidad de los ciudadanos de defender sus derechos.
El debate en comisiones fue tenso, con enfrentamientos verbales entre Adán Augusto y el panista Marko Cortés. La reforma fue aprobada por 24 votos a favor y 10 en contra, y se espera que pase al Pleno del Senado para su discusión final entre hoy y la madrugada de mañana.
