La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expresado su disposición a mediar en la crisis política en Venezuela, pero solo si todas las partes involucradas lo acuerdan y lo solicitan formalmente. Esta posición fue comunicada por Stéphane Dujarric, portavoz de la secretaría general de la ONU, durante su rueda de prensa diaria.
Hasta el momento, la participación de la ONU en las controvertidas elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio ha sido limitada, consistiendo en el envío de un panel de expertos electorales. Este panel fue invitado por el Gobierno venezolano y, al finalizar su misión, emitió un informe provisional criticando severamente el proceso electoral, destacando la falta de «medidas básicas de transparencia e integridad esenciales para celebrar elecciones creíbles.»
El Gobierno de Nicolás Maduro rechazó el informe del panel de la ONU, calificando a sus integrantes de «falsos expertos electorales» y acusándolos de difundir «mentiras». Por otro lado, la oposición venezolana, encabezada por Edmundo González Urrutia, apoyó el informe, señalando que refuerza la tesis de su victoria en las elecciones.
A pesar de las tensiones, la ONU mantiene su oferta de utilizar sus «buenos oficios» para mediar, pero solo bajo el consentimiento de ambas partes. Mientras tanto, otros países, como México, Brasil y Colombia, han intentado sin mucho éxito fomentar el diálogo entre el Gobierno y la oposición para encontrar una solución a la crisis.