El Gobierno del Estado de Nuevo León emitió una alerta por fuertes ráfagas de viento y ordenó el cierre de industrias, incluidas las pedreras, como medida preventiva. Sin embargo, algunas de estas empresas no acataron completamente la instrucción y continuaron sus operaciones, lo que generó preocupación por la emisión de partículas de polvo al ambiente.
A pesar de que algunas pedreras colocaron letreros anunciando la suspensión de actividades, en realidad seguían operando con el traslado de material extraído. Esta situación fue constatada en un recorrido realizado por El Horizonte, donde se observó movimiento de camiones dentro de las instalaciones de algunas pedreras.
El titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, Alfonso Martínez Muñoz, enfatizó que la instrucción de suspensión de actividades abarcaba no solo la detonación y extracción, sino también cualquier actividad que generara emisión de partículas. Esto incluía el transporte de material extraído por camiones, y la falta de cumplimiento podría resultar en sanciones.
Además, durante el recorrido no se observó que las empresas humedecieran el suelo para evitar la generación de tolvaneras, una medida recomendada por las autoridades en situaciones de contingencia.
Algunas empresas simularon suspender actividades colocando letreros de suspensión, pero en realidad continuaron operando con el traslado de material. Aunque se emitió un comunicado de alerta por parte del Gobierno del Estado, algunas pedreras no acataron completamente las instrucciones de suspensión de actividades.
En el comunicado se instó a la industria a mantener operativos sus sistemas anticontaminantes, así como a realizar acciones preventivas, como humectar y limpiar áreas de trabajo y evitar el almacenamiento a granel de materiales sin cubierta o humectación. También se prohibieron las quemas de residuos bajo cualquier circunstancia.
