En Ciudad Juárez, un epicentro de la crisis migratoria, el temor y el escepticismo prevalecen entre migrantes y especialistas.
La frontera norte de México vive momentos de incertidumbre tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre el uso de fuerzas militares para realizar deportaciones masivas.
El impacto para los migrantes
Con un estimado de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, casi la mitad de origen mexicano, el anuncio de Trump ha generado preocupación. Migrantes como José Eduardo, originario de Honduras, expresan miedo ante la posibilidad de ser deportados. “Tenemos sueños, aspiraciones, hijos. En nuestros países no podemos cumplirlos por falta de recursos y empleo”, comentó.
Además, muchos migrantes no consideran viable quedarse en México debido a la inseguridad. «Aquí hay secuestros y maldad, cosas que ya vivimos en nuestros países», señaló un centroamericano varado en Ciudad Juárez.
El plan de México
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno está preparado para recibir a los connacionales si las deportaciones ocurren. Sin embargo, también subrayó que su estrategia busca evitar que los mexicanos sean deportados, resaltando sus aportaciones económicas en Estados Unidos, estimadas en 338 mil millones de dólares anuales.
Dudas sobre la viabilidad del plan de Trump
Especialistas, como Emilio López, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, consideran que el plan de Trump podría generar impactos negativos en la economía estadounidense al desmantelar sectores dependientes de la mano de obra migrante. Además, movilizar la Guardia Nacional representaría un gasto público significativo.
Con este panorama, los migrantes y autoridades se enfrentan a una crisis potencial que podría redefinir las dinámicas en la frontera y la relación entre ambos países.
