El gobernador de Nuevo León, Samuel García, tuvo un día extremadamente favorable, logrando dos importantes victorias jurídicas que impactan directamente en la política estatal.
En primer lugar, se anuló la designación de un nuevo fiscal general electo por la mayoría de PRI y PAN en el Congreso. En segundo lugar, se redefinió la composición de la próxima legislatura local, quitando dos diputaciones al bloque PRI-PAN, que pasarán a Movimiento Ciudadano (MC) y al Partido Verde Ecologista.
La decisión, tomada por la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), deja al bloque PRI-PAN con 19 curules, mientras que el bloque MC-4T (Morena-Verde-PT) obtendría 23. Este cambio podría permitir que Samuel García tome el «control» del Congreso de Nuevo León, facilitando la aprobación de temas clave como el Presupuesto de Egresos y el nombramiento del Fiscal.
Entre los afectados por esta decisión se encuentran Heriberto Treviño, coordinador priista, y José Manuel Valdés, quienes perderían sus curules. Serían reemplazados por Alfonso Robledo de MC y César Otilio Merlo Pérez del Verde. El cambio se basó en la corrección de una acción inapropiada del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), que había restado los votos de Robledo por una reclamación de deudor alimentario, que resultó no ser válida.
La sentencia también realizó ajustes en materia de paridad, lo que provocó cambios en la representación de los partidos. Si se confirma, la nueva distribución sería: MC con 11 diputaciones, PAN con 10, Morena con 9, PRI con 6, PRD con 3, Verde con 2, y PT con 1. Esta nueva configuración fortalecería la posición de Samuel García en el Congreso.