La cantante colombiana, Shakira, se encuentra en el ojo del huracán legal una vez más, ya que la Fiscalía española la acusa de haber evadido más de $7 millones en impuestos. La artista está sindicada por utilizar sociedades en diversos países, incluyendo Islas Vírgenes Británicas, Malta y Panamá, para supuestamente eludir responsabilidades fiscales.
Este nuevo cargo se suma a una querella previa presentada en 2018, en la que Shakira enfrenta acusaciones de fraude fiscal y en la que ya devolvió 17.2 millones de euros a la Agencia Tributaria. En este caso más reciente, la Fiscalía solicita una pena de ocho años y dos meses de cárcel, además de una multa de 23.8 millones de euros.
La querella sostiene que Shakira defraudó a la Agencia Tributaria española 5.3 millones de euros en el impuesto de la renta sobre personas físicas (IRPF), correspondientes a sus ingresos por la gira «El Dorado» de 2018 y por la cesión de derechos intelectuales. Además, se le atribuyen otros 773,600 euros en el impuesto de patrimonio debido a sus propiedades inmobiliarias y activos financieros.
El tribunal de Barcelona ha desestimado el recurso de la artista para evitar el juicio, confirmando que existen suficientes pruebas para llevarla a juicio por seis delitos tributarios. Este proceso legal agrega presión a la cantante, quien se encuentra bajo escrutinio por sus asuntos fiscales en España.