Pato, migrante camerunés, comparte su historia y agradece el encuentro en la Casa Santa Marta.
En una emotiva reunión, el Papa Francisco recibió a Mbengue Nyimbilo Crepin, conocido como Pato, un migrante proveniente de Camerún, quien perdió a su esposa y su hija de seis años en el desierto entre Libia y Túnez a finales de julio pasado. El encuentro tuvo lugar en la Casa Santa Marta y contó con la presencia de don Mattia Ferrari, capellán involucrado en misiones de rescate de Mediterranea Saving Humans, así como de inmigrantes y colaboradores de asociaciones que han contribuido a la llegada de Pato a Italia. Además, estuvo presente el cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
La historia de Pato, quien fue detenido por las autoridades tunecinas y llevado de regreso al desierto, conmovió al Papa Francisco, quien escuchó sus palabras de agradecimiento y las dolorosas historias de miles de personas que sufren al intentar llegar a Europa. David, de Sudán del Sur, que trabaja con prisioneros en campos de detención del norte de África, agradeció al Papa por su apoyo a favor de los inmigrantes y destacó la importancia de sentirse acogidos.
El Papa, visiblemente emocionado, expresó su solidaridad con Pato, recordó que ha rezado mucho por su esposa e hija, y agradeció a los presentes por su compromiso en ayudar a quienes sufren. Hizo hincapié en que el privilegio de nacer en ciertos lugares conlleva una deuda hacia aquellos que buscan una vida mejor. Antes de despedirse, el Papa rezó por todos los presentes, por quienes trabajan por los demás, por los que no pudieron venir y por aquellos que se encuentran en campos de detención, deseando que el Señor vele por los que sufren.